viernes, 9 de febrero de 2007

Solo aquellos que llegan a ver lo invisible alcanzan lo imposible...

Para ver hay que tener los ojos de la conciencia abiertos y las personas con mucha frecuencia estamos dormidas.

Si en el escenario de un teatro veo unos recursos que no me permiten hacer frente a mis desafíos y de repente descubro que hay una cortina y miro detrás, tal vez encuentre aquellas fortalezas y aquellas posibilidades que me permitan alcanzar lo que antes me era imposible alcanzar. Todos nosotros tenemos un poder interior que pocos llegan a desplegar.

A veces en situaciones límites ese poder se manifiesta en forma de hazañas increíbles, pero sin llegar a esos extremos todos somos conscientes de que cuando hemos puesto el corazón en un desafío que nos parecía imposible de resolver, lo hemos logrado. Decía Pascal que el corazón conoce razones que la razón desconoce. Todos tenemos recursos que escapan de nuestra razón pero no a nuestra conciencia. Nuestro nivel de conciencia es muy superficial y por eso no los vemos. ¿Cuál es la base de la transformación de las personas y de las organizaciones?

Acceder a un nuevo nivel de conciencia que nos permita darnos cuenta de que muchas de nuestras prioridades están equivocadas si lo que queremos es generar escenarios de abundancia y no de escasez. Hay personas que finalizan muy tarde su jornada laboral o que no descansan ni los fines de semana y creen que su cuerpo les aguantará eternamente. Estamos muy ciegos si creemos que el futuro de la empresa pasa por quedarse en nuestras empresas hasta tarde porque todos se quedan o no descansar porque lo único importante es trabajar. Hay un momento en el que trabajar más horas, significa reducir la eficiencia con la que trabajamos.

El Dr. Alonso Puig es Médico Especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo, Profesor visitante de la Harvard University Medical School y miembro de la New York Academy of Sciences y forma parte de HSM Talents.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando nos proponemos algo, tememos no poder alcanzarlo y muchas veces lo dejamos apartado en nuestra consciencia convirtiendolo en un sueño difícil de cumplir.
Y si actuamos con el corazón tal vez podamos ver cumplidos nuestros deseos inalcanzables.
En nuestros días se está dando un nuevo fenómeno al que ya se le ha puesto un nombre en inglés, los “workaholics”, es decir, los adictos al trabajo. Estas personas no tienen nada que ver con las personas trabajadoras. Los buenos trabajadores son aquellos que cumplen a la perfección con su trabajo, no temen nuevos retos, crean un buen ambiente laboral con sus compañeros, finalizan puntualmente su jornada laboral y se dedican a la familia y a sus aficiones... en cambio los adictos al trabajo son personas que sólo piensan en sí mismos, en ascender dentro de la empresa, pasando por encima de los demás si a les conviene, no tiene en cuenta a sus compañeros y suele ser narcisistas, creyendose los mejores y ambicionando todo el poder para ser reconocidos por la sociedad a través de sus triunfos.

Debemos saber salir del trabajo para dedicarnos a nuestros seres más queridos, aportandoles nuestra compañía y cariño, comprendiendo que hay vida más allá del trabajo y apartando la idea de que el valor de una persona no tiene nada que ver con el éxito profesional.

Unknown dijo...

Es cierto que el corazón nos lleva a veces a cumplir deseos u objetivos que dábamos por perdidos u olvidados. Pero también es cierto que el corazón te hace tener una visión distorsionada de la realidad precisamente por eso, porque es tu corazón el que manda y no nuestra consciencia. En mi corto o largo vagaje por esta vida he aprendido que más que pensar con el corazón (que muchas veces tiene razón) hay que pensar con las tripas, ellas te dicen lo que sienten en cada momento y en cada situación.
Estoy de acuerdo en lo de saber finalizar las jornadas laborales para dedicar el resto de nuestro tiempo a las personas que nos rodean y........a nosotros mismos, deberíamos ser (a veces) algo más egoístas, nos queremos poco.

Anónimo dijo...

Pués también estoy de acuerdo con tu visión egoísta acerca de saber disfrutar del tiempo libre que disponemos si salimos del trabajo cuando creemos que por hoy ya ha sido suficiente...pensemos primero en nosotros mismos y así si nos sentimos bien.... podremos ayudar mejor a los demás.

Anónimo dijo...

Hola. Soy nuevo en esto de postear, pero me ha interesado este blog, especialmente porque conozco al tipo que lo publica, de hecho trabajé para él. Hace ya bastante tiempo de esto, pero todavía hoy me viene un sabor rancio al recordarlo. Sinceramente, no sabia que él fuese tan sensible a temas relacionados con el amor y con la condición humana, creía que era uno de esos tipos "yuppies" que forman el tejido empresarial actual y que sólo están interesados en el trabajo y en ausentarse de casa, porque ya tienen a otras personas que se encargan de la familia.
Yo siempre he pensado que el buen trabajador no es el que más horas "echa" (expresión muy utilizada en su empresa Mikalor), sino el que mejor y más eficazmente desempeña sus funciones, manteniendo el ánimo de evolución y facilitando el trabajo a los demás. Pero desgraciadamente, a mí no se me reconoció ninguna de estas cualidades, más bien todo lo contrario, ya que no acababa de encajar en el perfil de fauna autóctona que pululaba (y aún ahora, creo) por su empresa. Se deshicieron de mí como quien se sacude el polvo de los zapatos, simplemente porque no era del agrado de un círculo influyente en su compañía. Sinceramente, no acabo de reconocer a este señor, aunque me alegro por él si verdaderamente ha sabido dar un enfoque distinto a su vida y ahora puede ver más allá de las simples apariencias físicas. Por lo que a mí atañe, tengo mi opinión formada sobre su mundo y la gente que le rodea, aunque puede que, después de todo, esté equivocado....

Anónimo dijo...

Como trabajador de Mikalor debo decirte que respeto tu opinion pero la contrasto con la opinion de mas de 150 trabajadores suyos que en la cena de despedida una vez vendida su empresa, cuando le animaron a que dijera unas palabras y sin que el lo tuviera previsto nos levantamos todos en bloque y le brindamos un aplauso de mas de 1 minuto reconociendo su buena labor y buen hacer para con todos nosotros. Pocas veces podras ver todos los trabajadores de una empresa aplaudir a su director general como se hizo esa noche, y te aseguro que ya no tenian ninguna obligacion ni necesidad de "quedar bien con el jefe" ya que en esos momentos ya no era el jefe ni lo volveria a ser nunca, fue un aplauso sincero.
Aun hoy en Mikalor y ya teniendo asumido que tenemos una nueva direccion no he oido ninguna critica sobre este "tipo" como le llamas tu, y mira que al genero humano le encanta descuartizar a quien te ha podido mandar y ahora ya no lo hace, pues todos los comentarios que he oido son positivos. Y para que te quedes con la copla que sepas que lo peor que se ha dicho de el es que talvez no fue lo suficiente duro con todos nosotros, y que junto a nuestro pasotismo general frente al trabajo haya dado como resultado la situacion a la que llegamos, con el triste final de tener que vender su empresa.
Como ya ves hay distintos puntos de vista.
Bona nit.

Anónimo dijo...

Bona nit. Me he "quedado con la copla" como tu dices, y efectivamente veo que hay otros puntos de vista, el tuyo, aunque quizá no el más generalizado entre su proletariado, a quien, por cierto, ni siquiera se molestó nunca en querer conocer personalmente.
No dudo que Carlos Garriga sea muy amigo de sus amigos, y especialmente de ti, pero no creo que lo sea tanto de otras personas que, como yo, se han pasado años trabajando en su empresa y lo único que intercambiamos con él fué un "bon dia"/"adeu".
Tú lo has dicho, al género humano "le encanta descuartizar", pero no sólo a quienes han estado antes en el poder, sino a todo hijo de vecino. A mí mismo, sin ir más lejos, que, como bien recordarás Xavi, se me negó ni siquiera poder acudir a mi superior directo para pedir ayuda. Y esto fué una reacción en cadena, porque todos los mandos se cerraron en banda y Carlos Garriga ni siquiera se molestó en informarse de qué estaba sucediendo en su inalterable empresa. Eso creo, amigo Xavi, que está muy lejos de todas esas bonitas historias y divagaciones que se hacen en este blog sobre el amor y la compresión entre las personas y el rechazo al convencionalismo impuesto por la sociedad.
Salutacions. JMT.

Anónimo dijo...

Me he llevado una gran sorpresa al ver que eras tu Josep, te tome por otra persona. Me alegro sinceramente de hablar contigo de nuevo y tu caso lo conozco muy bien ya que tuve que intervenir en el desgraciado incidente.
Te puedo asegurar que lo tuyo fue una encerrona por parte de alguien con ansias de poder y cuando llego a Carlos ya estaba todo como decimos en catalan "ben amanit".
Te deseo suerte y me alegro de volverte a encontrar aunque sea en el ciberespacio.

Cuidate.

Anónimo dijo...

Todo esto es demagogia... He estado leyendo los diferentes comentarios, y lo que queda claro es que este señor habla desde la postura de un Dtor.Gral. que ha vendido la empresa y ahora habla de propósitos, vida en familia, compartir tiempo, etc..... Qué pasa cuándo tienes una hipoteca, una familia con niños a los que quieres darles a parte de cariño y tiempo(snif) una buena educación, unas vacaciones en familia, etc.???Qué buenos propósitos son los que puede tener unas personas (hombres y mujeres), que sin la ayuda de unos antecedentes familiares (parece ser que es el caso de este señor) luchan por tener una estabilidad, un proyecto??? Creo que lo inteligente es hablar de los problemas que representa vivir en nuestra sociedad actual, no de la situación de unos pocos que han vivido el trabajo por ambición social no por necesidad.

Anónimo dijo...

En http://www.thinkingheads.com/fichas/Ficha_MarioAlonsoPuig.asp tenéis varios de sus los vídeos del Dr. Alonso.
Salu2, Genadio