martes, 27 de septiembre de 2005

¿Nos hemos olvidado de luchar?

Escribo por segunda en mi blog vez sobre nuestros olvidos, nuestros olvidos como sociedad, nuestros olvidos como seres evolucionados.

¿En qué nos hemos equivocado?

Observo a mi alrededor y veo una gran mayoría gris, apagada, triste….. Y cuando intento penetrar en sus vidas no consigo encontrar causas claras ni suficientes que justifique tal estado. Cualquier incidente, por insignificante que sea, se convierte en una excusa para encallar el barco, para pararse en el camino, para dejar de vivir…..

¿De que nos ha servido la globalización si tratamos nuestros pobres problemas en un círculo diminuto, en el que apenas somos capaces de ver más allá de nuestro propio ombligo? En nuestro estado de “bien-estar” los problemas de resto de la humanidad nos parecen tan lejanos, tan remotos. Somos capaces de volar a velocidades increíbles que nos permiten pasar un fin de semana en cualquier parte de nuestro mundo, y sin embargo nos empeñamos en reducir nuestro círculo de vida a un miserable espacio en el que nos colocamos en el centro sin rubor alguno. ¿Dónde y cuándo perdimos nuestra tolerancia, nuestra solidaridad, nuestra caridad, ….. ? ¿Es que nadie quiere verlo?

Creo que una parte de la causa del problema tiene su raíz en la educación que hemos recibido, de las circunstancias en las que hemos crecido. Hemos sido educados por una generación que pasó grandes dificultades y que se ha desvivido por evitar que sus hijos pasen por dichas circunstancias, pero olvidaron entrenarnos para vivir la adversidad. Y si nuestra generación tiene los problemas que tiene….. ¿Cómo vivirán sus vidas nuestros hijos? Quizás aún estemos a tiempo de enseñarles a vivir de otra manera, aunque eso requiere un esfuerzo tremendo…. y no estamos entrenados para esforzarnos por conseguir algo. Ya no sabemos luchar…. porque nunca nos ha hecho falta hacerlo.

Se que parecerá duro…. pero si pudiese escoger quizás prefería perder la vida en una guerra luchando por un ideal, o simplemente por defender unas libertades, que perderla en una depresión…… o peor aún…. simplemente quitándome la vida porque ya no soy capaz de soportar la situación en la que vivo y por la que no fui capaz de luchar para salir de allí.

Me rebelo contra esa idea. Simplemente he decidido que voy a luchar….. aprenderé si es necesario. Y lucharé por la libertad, por las personas a las que quiero, por mis hijos, por dejarles un mundo mejor …. y también lucharé por mi vida. Si…. Puede que sea un romántico; pero me gustaría ser un romántico revolucionario.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Segun parece la historia se repite. ¿acaso vamos a educar a nuestros hijos como nuestros padres? ¿que hemos aprendido?. Se trata de saber a donde vamos, no a donde no vamos. Creo que lo mejor que podemos enseñarles es que la vida es de cada uno y la responsabilidad es de cada individuo. Ya sé que es difícil pero no podemos pretender que nuestra experiencia sea la panacea con la que educarles, si anteponemos nuestros miedos limitamos la ilusión, las ganas de aprender y sobre todo la personalidad que inconscientemente intentamos anular en nuestro favor. Ellos tienen la frescura de la inexperiencia y la oportunidad de hacer y deshacer sin saber las consecuencias que a nosotros nos mutilan. Dejemos que se equivoquen y aprendamos de ellos. Joan Miró dijo una vez que había necesitado muchos años para aprender a pintar como un niño. Volvamos a ser niños, con dos cojones.

Opalo dijo...

Concuerdo contigo, luchemos por ser mejores, aprendamos de nuestros errores, pero no nos detengamos jamas.